viernes, 14 de octubre de 2011

LA INDUSTRIA CULTURAL

Ya no es considerada cultura de masas sino industria cultural. Según la lectura de Adorno, la industria cultural trata al consumidor no como el rey sino como todo un objeto, ésta tiene en cuenta sin duda el estado de conciencia e inconciencia de las personas hacia las que se dirigen, es por esto que realizan dedicados análisis y crean estrategias para que en el momento indicado los consumidores capten de manera positiva el propósito convenido. Las masas no son la medida, sino la ideología de la industria cultural.


Si hay algo en el mundo que posee su propia ontología es la industria cultural, por ejemplo; tabla de categorías fundamentales rígidamente conservadas, en este sentido ocultando verdades desconocidas. Toda información que éste fenómeno brinda son seguramente datos pobres e insignificantes, como todo estudio de información a nivel político.


Al parecer, todos y cada uno de nosotros conocemos muy poco de lo que realmente pasa en el mundo global, a diferencia de como lo hacemos con nuestro mundo más cercano (familia, trabajo, amigos) aunque no del todo cierto. La idea de que el mundo quiere ser engañado está más cerca de lo que se pretendió, pues la industria cultural es un claro ejemplo de ello, ésta ofrece a los hombres sentimientos confortables a través de engaños.    


En este mismo sentido, el sistema de la industria cultural impone los esquemas de comportamiento en las personas, lo que la hace convertirse en un engaño de masas, es decir en un medio de oprimir la conciencia. “impide la formación de individuos autónomos, independientes capaces de juzgar y decidir conscientemente” (Adorno, 1997)